Casa Museo

La Casa de Recuerdos Alejandro Cotto

Construir una casa es como escribir un poema cada partícula es un verso, la cascada, la fuente, el trapiche, el quiosco, la estancia y va uno dando modelando tejiendo, haciendo, escribiendo y cada parte es un verso pero que obedece al canto general, tal vez  por eso amo la casa porque no solo es mía sino de todos, cuando los demás gozan la casa  eso me hace feliz. La casa es  también una lección, una lección de optimismo, una lección  de amor para el país”.  Alejandro Cotto

“La Casa de Recuerdos Alejandro Cotto”  Está ubicada en la ciudad Suchitoto, Departamento de Cuscatlán, aproximadamente a 43 kilómetros de la capital. Fundada por españoles en 1525, en un villorrio de origen indígena. Su nombre en náhuatl significa “Pájaro y Flor”. Conserva un rico patrimonio arquitectónico y cultural, con rasgos coloniales. Durante el conflicto armado, fue seriamente afectada, provocando la emigración de muchos de sus habitantes, por lo que en ese período se le denominó “Ciudad Mártir”

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“La Casa de Recuerdos Alejandro Cotto”, se ha constituido en el tiempo en  un bien patrimonial de la ciudad, sobre todo por albergar el legado documental y de bienes patrimoniales pertenecientes al cineasta, escritor y gestor cultural Alejandro Cotto. La Casa es uno de los hitos más conocidos de esta Ciudad. Cada espacio de la casa ha sido concebido con especial detalle y dedicación, un  homenaje a la ciudad y su gente es la colección de objetos e imaginería y objetos religiosos de más 300 años de antigüedad, muebles de la época colonial, una imprenta, la colección de arte nacional e internacional, fotografías de principios de siglo con valor histórico, personajes, cartas documentos y manuscritos, audioteca, biblioteca, etc.  Son de gran valor para la ciudad de Suchitoto y para el país.

Desde agosto de 2009 el Centro Cultural Salvadoreño Americano  es el administrador  y custodio legal de los bienes y muebles de la “Casa de Recuerdos Alejandro Cotto”. El Centro Cultural ha destinado ya una buena cantidad de recursos económicos para atender aspectos urgentes tales como detener el deterioro del inmueble, así como asumir el mantenimiento general de la casa instalaciones eléctricas, techos y paredes, jardines etc. y evitar que la riqueza histórica y cultural guardada ahí se vea amenazada. 

 A la parte arquitectónica y su contenido cultural se suman los bellos jardines, fuentes, abundante y exuberante vegetación y una espectacular vista al lago que el mismo Don Alejandro Cotto bautizo como “Lago Suchitlan” todos estos elementos invitan a volver una y otra vez a “La Casa de Recuerdos Alejandro Cotto”.-

Alejandro Cotto: El Hombre que reinvento Suchitoto

 

Alejandro Cotto jamás abandono ni dejó solo a supueblo permaneció con estoicismo aun a pesar del grave peligro de las circunstancias 

Suchitoto, fue una de las ciudades más castigadas por la guerra de los años 80. Muchos de sus habitantes dejaron sus hogares y propiedades para escapar del peligro  y  la ciudad fue quedando solitaria, abandonada y triste.

El amor por Suchitoto lo fortalecía y  llenaba el fiel deseo de hacer algo más por su pueblo y con gran ahínco e incansable trabajo, Alejandro Cotto comenzó a desarrollar su idea, la idea de “reinventar a Suchitoto” como lo expresa el Dr. David Escobar Galindo, pensando en sus habitantes, sobre todo en los jóvenes  animándoles a cambiar y luchar por un mejor destino para su pueblo y para su país. Así, en Febrero de 1991, se inauguró el “Primer Festival Permanente de Arte y Cultura de Suchitoto” que hoy ya cumple más de 23 años de ofrecer de manera ininterrumpida  espectáculos de primer nivel a los salvadoreños.

Hoy a sus 85 años el entusiasta e incansable Alejandro Cotto libra su más importante batalla contra la muerte postrado en una cama, sabemos que su cerebro se mantiene vivo esperando un milagro para recuperarse y cumplir su sueño de terminar un libro que reúne una extraordinaria cantidad de datos e información histórica de El Salvador y especialmente de Suchitoto su gente su historia y costumbres, pero también que busca rendir un modesto homenaje al exquisito poeta suchitotense Juan Cotto y evidenciar con su trabajo que el hombre jamás se debe rendir y que si muere debe morir aprendiendo.-